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Análisis funcional: qué es, por qué es central en terapia de conducta y cómo hacerlo paso a paso

  • Foto del escritor: IFOTEC - Formación psicológica
    IFOTEC - Formación psicológica
  • 8 ago
  • 4 Min. de lectura

El análisis funcional (AF) es la columna vertebral del enfoque conductual clínico: nos permite entender por qué una conducta problema ocurre y se mantiene, no solo qué comportamientos aparecen. Cuando se hace bien, el AF convierte la intervención en un proceso científico, individualizado y eficaz. Este artículo explica qué es el AF, por qué es crucial, cómo realizarlo paso a paso y cómo usar sus resultados para adaptar intervenciones clínicas.


¿Qué es el análisis funcional?


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El análisis funcional es un proceso sistemático para identificar las relaciones funcionales entre antecedentes, conductas y consecuencias (frecuentemente resumido como A→B→C). En otras palabras, busca la función (o funciones) que mantiene una conducta: ¿obtiene atención? ¿evita demandas? ¿proporciona estimulación sensorial automática? ¿accede a objetos o actividades?

Su meta: generar una hipótesis verificable sobre la función de la conducta que guíe la selección de intervenciones específicas y eficaces.


¿Por qué es una herramienta central en terapia de conducta?

  • Orientación a la función, no sólo a la forma. Dos conductas idénticas (p. ej., agresión) pueden mantenerse por funciones distintas; tratarlas igual suele fracasar.

  • Intervenciones parsimoniosas y específicas. Un AF bien hecho reduce pruebas y errores, porque la intervención se diseña para alterar la relación funcional detectada.

  • Base empírica y replicable. El AF permite medir, testar y ajustar intervenciones con datos objetivos.

  • Mejora la ética clínica. Aplicar estrategias basadas en la función evita procedimientos innecesarios o dañinos y respeta la proporcionalidad terapéutica.


Componentes clave del AF

  1. Definición operacional del comportamiento objetivo. Describe la conducta en términos observables y medibles (qué cuenta, qué no).

  2. Medición fiable. Seleccionar método de registro (eventos, duración, latencia, intensidad, muestreo de tiempo).

  3. Identificación de antecedentes y consecuencias. Análisis de situaciones, personas, demandas, tiempo del día, estados fisiológicos, etc.

  4. Hipótesis funcional. Formulación clara (p. ej., “La agresión se mantiene por atención social positiva de los cuidadores”).

  5. Verificación de la hipótesis. A través de observación directa sistemática o análisis experimental (análisis funcional experimental).

  6. Intervención basada en la función. Diseñar estrategias que alteren las contingencias identificadas.

  7. Evaluación continua y ajuste. Medir respuesta, integridad del tratamiento y generalización.


Cómo realizar un análisis funcional: guía paso a paso

Antes de empezar: comprobar riesgos físicos/psiquiátricos y obtener consentimiento informado (explicando objetivos, riesgos y posibles consecuencias del análisis).

Paso 1 — Recolección de información inicial

  • Historia clínica, entrevistas con el paciente y con informantes relevantes (familiares, profesores).

  • Determinar cuándo la conducta resulta más problemática (contextos, hora, personas).

  • Identificar variables médicas o farmacológicas que pueden influir.


Paso 2 — Definir la conducta objetivo de forma operacional

  • Ejemplo pobre: “Se porta mal”.

  • Ejemplo operacional: “Durante la sesión, el paciente lanza objetos hacia el terapeuta (objetos lanzados a ≤1 m) al menos una vez por episodio.”


Paso 3 — Seleccionar métodos de registro y medir línea base

  • Elegir registro por eventos (frecuencia), duración o muestreo de tiempo según la conducta.

  • Registrar varias sesiones naturales para obtener datos de línea base.

  • Establecer interobservador/a (al menos 20–30% de sesiones) y meta de concordancia (>80%).


Paso 4 — Realizar un análisis ABC descriptivo

  • Completa registros ABC: Antecedente (qué sucedió justo antes), Conducta (descripción breve), Consecuencia (qué ocurrió inmediatamente después).

  • Busca patrones consistentes (p. ej., conducta aparece tras instrucciones y seguido de retirada de la demanda → posible función de escape).


Paso 5 — Formular hipótesis funcionales

  • Redacta hipótesis claras y falsables. Ej.: “La conducta X aumenta cuando se le indican tareas académicas y disminuye tras la retirada de la instrucción; por tanto, la función es escape/evitación.”


Paso 6 — Verificación experimental cuando sea necesario y ético

  • Si la hipótesis no queda clara o la intervención tiene costos elevados, considera un AF experimental en condiciones controladas (p. ej., alternar condiciones: demanda vs. atención vs. control) para confirmar la función.

  • Asegura medidas de seguridad y criterios de terminación (si conducta peligrosa aumenta, suspender).


Paso 7 — Diseñar intervención basada en la función

  • Elige estrategias directamente relacionadas con la función detectada (ver sección “De la hipótesis a la intervención” abajo).

  • Incluir medidas de prevención, enseñarle al paciente habilidades alternativas, y planificar la retirada gradual de apoyos.


Paso 8 — Implementación, monitorización y ajuste

  • Registra datos durante la intervención.

  • Supervisa integridad del tratamiento (fidelidad de los cuidadores/terapeutas).

  • Usa diseños experimentales de caso único (AB, ABAB, múltiples líneas base) para evaluar eficacia.

  • Ajusta la intervención según datos y retroalimentación.



Consideraciones éticas y limitaciones

  • Consentimiento informado indispensable, explicar riesgos (p. ej., posible aumento temporal de conducta con extinción).

  • Seguridad: no realizar condiciones que puedan poner en riesgo al paciente o terceros sin medidas de protección.

  • Evitar simplificaciones: no asumir función única si datos sugieren funciones múltiples.

  • Contexto cultural y de desarrollo: adaptar definiciones y refuerzos a valores culturales y edad del paciente.

  • Balance entre experimental y clínico: en práctica clínica cotidiana, a menudo se combina observación sistemática con intervenciones funcionalmente informadas sin realizar AF experimentales completas; esto es válido siempre que se monitorice y documente.


Lecturas recomendadas para principiantes:

  • Iwata, B. A. et al. — trabajos clásicos sobre análisis funcional de conductas severas.

  • Carr, E. G. & Durand, V. M. — sobre Functional Communication Training.

  • Cooper, J. O., Heron, T. E. & Heward, W. L. — Applied Behavior Analysis (manual clásico y práctico).

 
 
 

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